Gaceta de los negocios-Entrevista-2007

Entrevista en LA GACETA DE LOS NEGOCIOS, por Alfredo Urdaci. Jueves, 29 de marzo de 2007

 

 

LA GACETA

 

 

MERCEDES ROSÚA, PERIODISTA Y ESCRITORA

 

“La Logse fue una opereta para que los mediocres acapararan el espacio”

 

 

CODOS Y BECAS

Nació en Chamberí en 1943. Y allí vive todavía, a pesar de que ha viajado por todo el mundo. Antes de que el 68 despertara la curiosidad por Europa en su generación, ya vivía en París. Confiesa que se fue por un impulso de conocer. Fue una niña enfermiza en una familia de clase media. Estudio gracias a codos y becas. Se fue a París a servir y a estudiar; pronto estaba dando clases. Y luego fue dando saltos: a Túnez, Bruselas, China. La China de Mao, la del 73, en plena revolución cultural. Es catedrática de Lengua. Ha escrito “El Archipiélago Orwell” y “Las clientelas de la utopía” (Ed. Unisón).

 

 

Alfredo Urdaci

 

Antes de que uno termine la pregunta ya lleva dos minutos de respuesta. Habla claro. Primo Levi comparó a los seres humanos con los elementos de la tabla periódica. Rosúa sería un gas, por su capacidad de estar en todas partes, por una curiosidad que la lleva a ocupar todo el espacio. Al término de la entrevista es ella la que comienza a preguntar. Pero de momento a ustedes y a mí nos interesa lo que cuenta de su experiencia del totalitarismo.

 

¿Qué demonios hacía usted en China el año 73?

Fui a dar clases de español. Estaba en Bruselas y formaba parte de una asociación de amistad con China. Me seleccionaron para ir a Xian. Pasé un año. Me echaron. Tenía demasiada curiosidad y decía lo que pensaba. Nunca he visto nada igual. El totalitarismo en todo su esplendor. Era un ansia desmedida por crear una religión laica, que son las más peligrosas.

 

La realidad según Orwell.

Exacto. En el totalitarismo las palabras significan lo contrario de lo que dicen. Se rapta el lenguaje. Lo que vivimos ahora es heredero de aquello. La paz no significa paz, el progreso es una involución…

 

Y regresa a España, se hace profesora y vive la evolución de la enseñanza pública.

La enseñanza pública ha sido destruida. Antes había profesores especializados por materias. Teníamos un bachillerato de calidad. Se impuso la Logse y se acabó. Todos podían hacer de todo. Fue una reforma para satisfacer a las clientelas políticas de la izquierda, a los sindicatos.

 

Algo tendría la ley para que se aceptara…

Una fachada de revolución cultural. La Logse fue una opereta antielitista, una forma de aplastar todo para que la gente más mediocre y peor preparada ocupara todo el espacio. Hemos privado a una generación de su herencia cultural.

 

El profesorado se queja, dicen que tienen poco dinero.

Nunca han tenido tanto como ahora. La Logse fue un enorme negocio para algunos. Se editaron textos malísimos. He tenido en mis manos un texto de Lengua Española en el que no había una línea de Mío Cid y sin embargo se dedicaba una página al esquema de la espinilla.

 

Leo en sus libros que usted no cree en el cheque escolar.

¿Se imagina a los musulmanes enviando a sus hijos a escuelas coránicas? La crisis de la enseñanza a quienes más perjudica es a los inmigrantes y a las clases bajas. Cuando yo era niña mi contacto con la antigüedad clásica se dio gracias al latín, el griego y el arte. En mi casa no había enciclopedias.

 

¿Cómo se nota esa boba ideología de la Logse?

Por ejemplo, cuando en una redacción un alumno habla de la tigresa como de “la compañera sentimental del tigre”.

 

Fantástico.

Antes la gente se arriesgaba a la utopía. La cultura vive en nómina del Estado. Y regalan el oído a la gente. Evitan decir cualquier cosa que inquiete a los electores, no vaya a ser que pierdan la subvención.

 

Pero parecemos más tolerantes.

No. Nuestra tolerancia es pobreza ética. Los más pobres son los que terminan por pagar memeces como la Alianza de Civilizaciones y el multiculturalismo.

 

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